Estilo de vida.
El autor del libro “Cultura del tigueraje en República Dominicana” asegura que
en los últimos años ese estilo de vivir ha copado todas las clases sociales, y
que hoy en día tenemos elegantes “tigueronas” y “tígueres” con saco y corbata
Escrito por:
Arismendy Calderón (arismendy_ak47@hotmail.com)
El estilo de
vida del “tigueraje” que prevalece en
nuestra sociedad, un patrón de conducta que ha influenciado a los dominicanos
en los últimos años, ha generado graves consecuencias porque cuando las
personas no obedecen las leyes, las reglas del juego, “se crea el caos y el
malestar social”.
Basado en una
serie de estudios, el siquiatra, educador, salubrista y terapeuta familiar José
Dunker asegura que cuando los ciudadanos
de una nación no obedecen las reglas de juego, como está sucediendo en la
República Dominicana, “caemos en el caos y una serie de conductas negativas
prolíferas”.
Dunker, autor del
libro “Cultura del tigueraje en República Dominicana” no alberga duda de que la
raíz del malestar social que estamos viviendo en el país “se encuentra en ese
estilo de vivir, de irrespetar las reglas de juego, porque cuando no respetamos
esas reglas, aumenta la corrupción
administrativa, aumenta la violencia en las calles, aumenta la violencia doméstica,
aumentan los homicidios, aumenta la violencia de género, aumentan los
feminicios, aumentan los suicidios”.
Ese patrón de
conducta al que nos hemos acostumbrado, esa manera de vivir “a la
brigandina”, afecta a todas las áreas de
la vida dominicana, según Dunker, desde las Fuerzas Armadas, la Policía
Nacional, las iglesias Católica y Evangélica, los partidos y dirigentes
políticos, el comercio, el Gobierno y la
administración pública.
Cita casos que se
repiten con frecuencia: “Un día cualquiera te roban un carro y después tú lo
encuentras en poder de un oficial de las Fuerzas Armadas o la Policía Nacional.
Eso es parte del tigueraje”.
“Se nota el
tigueraje en los políticos, en los funcionarios del Gobierno y en la oposición.
Una causa de violencia es el lenguaje político. Los políticos se insultan y se acusan mutuamente de toda clase
de bellaquería, creando tensión”. Además,
hay tigueraje en la manipulación electoral, el clientelismo y el
transfuguismo político.
“En este momento
de la vida política no hay programas de
Gobierno, ni ideología. La gente quiere que gane su partido para
hacerse gente, para ‘guisar’. Eso es tigueraje. Uno observa a la gente con discursos elegantes,
manipulando información. Eso es puro
tigueraje”.
Tigueraje en el
tránsito
El tránsito,
antropológicamente, se puede usar como un reflejo de la sociedad, apunta el
siquiatra y terapeuta familiar. “Si tú vas a un país que tú no conoces y
quieres tener una idea anticipada de cómo son la gente en ese lugar, mira cómo
manejan”.
Llama la atención
el tigueraje que muestran los dominicanos al conducir en calles, a las
maniobras típicas que hombres y mujeres, no importa la clase social a la que
pertenezcan, realizan cuando conducen en las vías públicas.
“Antropológicamente, el tránsito se
puede usar como un reflejo de la sociedad, o sea, si visitamos un país que no
conocemos y quieres tener una idea anticipada de cómo son las personas en esa
nación, observa cómo conducen”.
Dunker sostiene
que antes eran choferes del “concho” y de guaguas voladoras los que hacían
maniobras temerarias al conducir en las calles. “Eran los únicos que manejaban
con ese tigueraje. Ahora es diferente,
pues todo el mundo viola la ley. Uno
puede observar a una señorona, una tiguerona conduciendo una yipeta, y tú la ves haciendo lo mismo que antes hacía
el tíguere, es decir, el chofer de carro público”.
Observa que el
tíguere ha influenciado tanto en el comportamiento de los dominicanos, a todos
los niveles, que cuando una persona decente sale a conducir “hay ciertos
momentos que si tú no eres un poco tíguere no puedes manejar en la calle, porque te cogen de pendejo. Para
tú doblar en ciertas intersecciones, y
que te cedan el paso, es una odisea. Tienes que usar el tigueraje, meterte un
poquito y cruzar rápido”.
Una evidencia de
esa complicación cotidiana, según Dunker, es la manera de conducir de las
mujeres. “Los que hacían esas travesuras eran los tígueres, los hombres, pero hoy día es difícil encontrar
una mujer que maneje con corrección. Ellas tienen más tigueraje que los
hombres, porque las mujeres se adaptan más fácil a las costumbres, y han
asumido el tigueraje como el estilo normal de conducir”.
Dunker refiere un dato interesante, basado en un
informe reciente que tiene a mano: “Un estudio que acaba de ser publicado dice
que en todo el hemisferio americano, la República Dominicana es el país donde
existe el mayor riesgo de sufrir accidentes de tránsito. Guatemala tiene una
cifra altísima, pero nosotros lo superamos. Eso es producto del tigueraje”.
El tigueraje
“El tigueraje
tiene que verse como una cultura, un modo de ser, en el mismo sentido en que se
habla de actitudes o mentalidad de la gente. El tíguere es una persona pícara,
que engaña a cualquiera y que hace lo que sea con tal de quedar bien parado, en
lo cual se incluye la habilidad para mostrarse al final como un angelito caído
del cielo. En otras palabras, tira la piedra y esconde la mano, todo lo cual
sucede debido a que está dominado
por el qué dirán, y necesita
aparentar una persona honorable”.
ZOOM
Problema
sistémico
El doctor Dunker
sugiere que todos estos síntomas son parte de un problema sistémico, y para
enfrentar el caos, los males sociales que afectan a la sociedad, dice que en la
sociedad se requiere firmar “un gran
pacto nacional de someternos a las reglas de juego. Las autoridades tienen que
comprometerse a partir de algún momento a cumplir las leyes, y hacerlas
cumplir. Eso es básico”.
Le preocupa el
estrés social, la violencia en los niños, en las escuelas, los feminicios, el
alcoholismo, las drogas, la alta tasa de suicidos y otros graves problemas que
afectan a la sociedad dominicana.
“Estamos
asistiendo a un momento en que los
especialistas están describiendo que hay más alcoholismo, más drogas, más
suicidios. Es un estrés sistémico, es un estrés que no es solo de una familia o
de un individuo, sino que la sociedad está generando estrés, y están aumentando
los trastornos psicosomático, que hay más hipertensión, diabetes y otras
enfermedades”.
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