lunes, 18 de junio de 2012

PODER,REDES SOCIALES Y CULTURA SEGÚN MATTELART


Las ideas de Mattelart esclarecen las tendencias modernas en el análisis de las relaciones entre poder, redes sociales y cultura.

El sociólogo Armand Mattelart

Leí y escuché recientemente una entrevista señera a Armand Mattelart conducida por los comunicadores venezolanos Indira Carpio y Ernesto Navarro.

Mattelart, sociólogo belga y catedrático en Ciencias de la Información y Comunicación de la Universidad de París, es autor del libroUn mundo vigilado y coautor con Daniel Dorfman de Para leer al Pato Donald.

Las ideas de Mattelart esclarecen las tendencias modernas en el análisis de las relaciones entre poder, redes sociales y cultura.


Sólo me referiré a grandes aspectos de los tratados en la entrevista con el autor de Un mundo vigilado (Barcelona: Paidós, 2009).

Somos observados y vigilados

La primera función de los medios -nos dice Mattelart- es vigilar que no colapse el sistema mundial establecido. Los poderes nos vigilan porque nos tienen miedo. De esta realidad se está tomando una conciencia cada vez mayor en América Latina, donde la democratización de los medios de comunicación ha comenzado a verse como una necesidad.

Según el sociólogo belga, el debate sobre los medios privados de comunicación es visto como peligroso: toca intereses que durante años fueron intocables y protegidos bajo la sacrosanta y supuesta “libertad de expresión”, defendida por los representantes de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que no son otros que los empresarios dueños de los medios, contrarios al empoderamiento de las multitudes.

Para estos empresarios del sector mediático, sus propios intereses están por encima de los deberes básicos de los medios de comunicación: informar, educar, entretener. Por eso consideran que en realidad su primera función es “vigilar”. Para ellos, la vigilancia se halla por encima del entretenimiento y la diversión e incluso por encima de la información y de la educación. Esta es la razón por la que los movimientos democráticos entienden que no puede permitirse que la tenencia de los medios sea manejada exclusivamente por empresarios.

En Un mundo vigilado, Mattelart sostiene que si bien la lógica de los medios obedece a la lógica de la guerra, podría ocuparse también de la cultura y del mejoramiento de la sociedad, lo que sólo se logra si la comunicación es democrática.

El rol de las redes sociales

Pero Mattelart no es un ingenuo y está ayudando a otros a no serlo. Entiende que las llamadas redes sociales, como Facebook, Twitter, Linkedin y otras, en realidad no son redes de solidaridad con proyectos colectivos, sino que son fundamentalmente redes de personas que se vinculan individualmente a partir de relaciones muy débiles. Aunque las llamadas redes sociales en que se mueve el Homo dictyous -el Hombre de la Red-, como plantean Christakis y Fowler en Conectados (México: Taurus, 2010) no son eso solamente, pues las redes no son la simple suma de los individuos enlazados, sí tienen mucho de eso.

Armand Mattelart reconoce que las redes sociales han ayudado a movimientos sociales como los de Túnez o Egipto, pero sería un craso error atribuirles un “tecno-determinismo”, creyendo que por sí solas pueden generar cambios. Tanto más que se ha elaborado una estrategia para debilitar o impedir estos movimientos a raíz de la circulación mundial de documentos del gobierno de los Estados Unidos en el sitio Web Wikileaks. Este giro ha producido un cambio en la geopolítica del control estadounidense en las redes sociales.

Sobre el ya mencionado sistema de vigilancia mundial, Matterlart expresó a los comunicadores venezolanos que las alarmas de los poderosos se están reactivando y cuando los pueblos hablan de democratizar, ellos responden con iniciativas como las de la ley SOPA sobre la piratería en línea, el tratado multinacional ACTA, la ley Lleras de Colombia y otras que pretenden limitar a los ciudadanos en todo lo que se refiere al uso de herramientas de comunicación, concediendo a los Estados el “permiso” de intervenir las comunicaciones y usarlas a favor del Estado en contra de los usuarios.

Nuestra cultura como modo de vida

Por último, y un poco al margen de la entrevista, quiero poner de relieve que las redes sociales observan nuestras actividades, consumos y gustos, nos sugieren qué hacer, qué ver, qué oír, qué leer y qué comprar, y de acuerdo a nuestro accionar en la Web, determinan nuestras tendencias para enrolarnos cada vez más en el mundo del consumo. En una palabra, nuestra vida en la Web en general y en las redes sociales en particular están presentes en nuestra vida y cultura, entendida esta última como modo de vida. Todo esto puede ser medido, y de hecho lo es. Si no, preguntémosle a la poderosa herramienta Google Analytics. Si manejamos su idioma, entenderemos su respuesta. Nuestra llamada libertad está condicionada.


Si así lo quiere el lector, bastará con un clic en el enlace para tener acceso a toda la entrevista

viernes, 15 de junio de 2012

COMO APRENDEN A INVERTIR LOS CHINOS


Al tener las necesidades prácticas resueltas

muchos se preguntan qué hacer para 
aprovechar mejor el dinero sobrante.
Hasta no hace mucho tiempo atrás, capitalismo era una mala palabra en China. En este país comunista resultaba impensable desarrollar un negocio propio o tratar de hacerse rico.

Sin embargo, todo eso cambió con la implementación de una serie de reformas económicas en los últimos 30 años. Estas reformas despertaron un interés por el mundo de los negocios en gran parte de la población.

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Hoy día, muchos chinos dedican sus horas libres a pensar, leer y aprender sobre cómo salir adelante económicamente.

Recurren a seminarios, libros de ayuda y novelas en busca de inspiración y conocimiento sobre las reglas de este nuevo juego.

Una de las firmas que tratan de ayudar a estos emprendedores -y sacar ventaja de la situación- es Hengtaidatong Gold, una empresa que intenta persuadir a la gente a invertir en oro.

Cada varias semanas, la compañía organiza reuniones para los habitantes más adinerados de Pekín en las que les enseña cómo hacer dinero invirtiendo en este precioso metal.

Jugando a invertir 

En los seminarios los instructores utilizan 

lingotes de oro de juguete y billetes falsos 
para enseñar los secretos de una buena 
inversión.
En uno de esos encuentros, los organizadores invitan a los potenciales inversores a una sala amueblada con cómodos sillones de cuero y les ofrecen café italiano o té chino.

El evento al que asistí, tuvo lugar en una cafetería del distrito comercial de Pekín, y estuvo liderado por el elocuente Zhan Weisheng.

"Las generaciones anteriores nunca tuvieron que pensar en invertir porque eran pobres. La única preocupación era tener comida suficiente y ropa para abrigarse", le dice Weisheng a la BBC.

"Pero como la economía está creciendo rápidamente, estos problemas ya no existen y la gente tiene dinero, por eso, naturalmente, tienen que pensar cómo invertirlo".

Aunque Weisheng y su equipo quieren darle a los encuentros un aire más neutro y presentarlos como una oportunidad para aprender, esperan convencer a los inversores de las ventajas de sus productos.

"No es una clase, es algo más relajado. Se trata de aprender juntos cómo invertir en oro", le dice a su audiencia mientras se acomoda en el salón.

Weisheng utiliza un juego como método para enseñar, con lingotes de juguete y dinero falso para plantear situaciones de la vida real.

Cada participante recibe una cantidad determinada de oro y billetes. Después escuchar la información que podría afectar el precio del metal, cada uno debe tomar una decisión sobre cómo y cuanto invertir.

La muerte de Osama bin Laden, el bombardeo de la OTAN en Libia y la rebaja en la calificación crediticia de ciertos países europeos son algunos de los factores que los participantes deben tomar en cuenta.

Un grupo de atractivos asistentes, vestidos de punta en blanco y con calculadora en mano, circulan entre los participantes para ayudarlos en sus cálculos.

La sesión fue un éxito: 20 personas dijeron que comprarían oro.

Claro que el precio del oro, que ha subido drásticamente en la última década, tiene que haber influido en la decisión.

El arte de vender vestido, y paradoSin embargo, los seminarios no son la única forma de aprender a ganar dinero. Existen en la actualidad en China miles de libros que ofrecen ayuda en este aspecto.

El empresario Luo Peng es uno de los que cree en el valor didáctico de estos textos.

"Un día (el vendedor japonés) se fue a su casa, se puso su pijama y se acostó en la cama. En ese momento, recibió el llamado de un cliente. Antes de atender el teléfono, se vistió de traje y corbata y se puso de pie, porque sólo así se sentía un verdadero comerciante"

Luo Peng, comerciantePeng, un vendedor de servicios de computación de 29 años, leyó decenas de estos libros cuando estaba aprendiendo el arte de los negocios.

Uno de ellos se titula "La psicología de la venta", de Brian Tracy. El libro promete a sus lectores enseñarles a vender más, más rápido y más fácilmente.

Peng ahora se mantiene de pie cuando habla con sus clientes por teléfono. Es un hábito que adquirió después de leer sobre un comerciante japonés muy exitoso.

"Un día se fue a su casa, se puso su pijama y se acostó en la cama. En ese momento, recibió el llamado de un cliente", cuenta Peng.

"Antes de atender el teléfono, se vistió de traje y corbata y se puso de pie, porque sólo así se sentía un verdadero comerciante".

Peng dice que cuando habla por teléfono lo hace de pie porque así se siente más profesional.

La ficción también ayuda

Muchos recurren a los libros, tanto a  los que 

ofrecen ayuda como a lasnovelas que
tratan el tema del crecimiento económico.
Las novelas también son una fuente de inspiración para aquellos que sueñan con dejar la pobreza atrás y encontrar riquezas en la nueva China capitalista.

Muchas cuentan la historia de campesinos pobres que llegaron a ocupar puestos jerárquicos en compañías prestigiosas.

Hay quienes leen estos libros no sólo para entretenerse sino también en busca de la información práctica que puedan contener.

"No existe un legado reciente de leer por el mero placer, o de leer porque te hace sentir bien", explica Jo Lusby, director de Pengüin Books en China.

En las publicaciones para adultos y adolescentes hay un sentido de qué puedo aprender al final de este libro que no sabía al principio, e idealmente, cómo puede ayudarme a conseguir un trabajo mejor.

Conseguir un trabajo mejor, hacer dinero y empezar un negocio son conceptos relativamente nuevos en China, pero todos ocupan un lugar cada vez más importante en la mentalidad de la gente que vive aquí.

miércoles, 13 de junio de 2012

HISTORIA DE LA GRAN MANZANA

Ilsa Rodríguez

Cosmopolita y multicultural, reconocida por sus rascacielos emblemáticos, teatros y museos famosos, Nueva York es más conocida por el vibrante ambiente de la isla de Manhattan, un territorio de casi 60 kilómetros cuadrados que constituye el principal componente de esta ciudad perteneciente al estado de igual nombre.

Fundada en 1624 la ciudad se halla en la costa oriental de Estados Unidos -bañada por el océano Atlántico en el que desemboca el río Hudson- limita al oeste con Nueva Jersey, al noroeste con Connecticut y al sureste con Long Island.

Hasta 1898, Nueva York era solo la isla de Manhattan. En ese año se le unieron los boroughs (distritos) de Brooklyn, Queens, Bronx y Staten Island para completar lo que hoy es esa ciudad de más de ocho millones de habitantes y uno de los centros urbanos más prominentes del mundo.

La Gran Manzana
Verdaderos símbolos de la cultura de Estados Unidos tienen sus espacios en esa urbe, también conocida como La Gran Manzana o La capital del mundo. Entre ellos figuran la Estatua de la Libertad, el edificio Empire State, el centro financiero de Wall Street, los teatros de Broadway y el Music City Hall, además de renombrados hoteles muy lujosos.

El sobrenombre de la Gran Manzana, que aprovechan los comerciantes de la ciudad para vender todo tipo de recuerdos con la fruta estampada, desde llaveros y cuadros hasta afiches y camisas, cobró popularidad a partir de un artículo de prensa bajo la firma de John FitzGerald a principios de la década de los años 20 del pasado siglo que trataba el tema de las carreras de caballos en Nueva York.

Según investigadores, la reiteración de La Gran Manzana en diversos artículos de la prensa de la época generalizó su uso por otros periodistas, hasta que el concepto sobrepasó su vínculo con las competencias hípicas para convertirse en calificativo de la ciudad.

Otras de las peculiaridades de Nueva York son las vistosas y atractivas vitrinas de las grandes tiendas de la 5ta Avenida y el gigantesco árbol de navidad que cada año colocan al pie del Rockefeller Center en ocasión de esas festividades. Se trata de un árbol de más de 20 metros de altura engalanado con unas 30 mil bombillas de múltiples colores que es mantenido encendido hasta enero en las cercanías de una famosa pista de patinaje de hielo de ese concurrido lugar. En el contiguo edificio de igual nombre se halla The Rock, un mirador ubicado a unos 70 pisos de altura que compite con el del Empire State.

Pero también en la emblemática Times Square tiene lugar cada año la centenaria y bulliciosa ceremonia de la cuenta regresiva para la llegada del Año Nuevo en la culminación de una fiesta que tiene su gran momento en el descenso a medianoche de una gran bola de luces en medio de la algarabía de millares de personas que se dan cita en ese lugar desde la mañana de cada 31 de diciembre.

Para darle más intensidad a la diversidad cultural y lingüística de una ciudad donde una tercera parte de sus habitantes no nació allí y en la cual se hablan más de 150 idiomas y dialectos, en Nueva York radica la Organización de las Naciones Unidas, en la que están representadas delegaciones de los 192 países miembros de esa entidad suprema de la diplomacia mundial.

Otras atracciones de la asimismo conocida como La ciudad que nunca duerme son sus parques (principalmente el Central Park), las galerías de arte y museos -considerados entre los mejores del mundo-, en los que se pueden apreciar joyas del patrimonio mundial, ya sea en el MOMA (Museo de Arte Moderno), el Metropolitan, el Gugenheim, el de Arte Popular o el de Historia Natural, donde se filmó la saga Night at the Museum.

Famosas salas de concierto, ópera y ballet -en las que se presentan los más afamados músicos y artistas en general de todos los rincones del mundo- también existen en esta ciudad.

Más allá de Manhattan

La ciudad de Nueva York, con un área total de 779.59 kilómetros cuadrados, tiene distritos muy particulares como el de Brooklyn, el más poblado y que se une a Manhattan por uno de los puentes símbolos de la ciudad. Allí está la moderna vecindad de Williamsburg, donde conviven culturas diferentes, y radican gran cantidad de galerías de arte y el hogar de muchos artistas.

En esa zona se encuentra el primer museo del mundo dedicado a los niños, el Children's Museum, el afamado parque de atracciones Coney Island, con la montaña rusa llamada Cyclone, y el distinguido Brooklyn Botanic Garden (jardín botánico).

En el Bronx, que lleva el nombre del primer colonizador de esa ciudad en 1639, el sueco Jonás Bronck, contrastan sus zonas sureñas, decadentes y pobres, con otras áreas residenciales cuidadas y seguras. Este borough se identifica por numerosos parques, su zoológico y el estadio de béisbol de los yanquis, el más querido de Nueva York.

Queens, entretanto, es el distrito más grande y se le considera el "dormitorio", ya que la mayoría de sus residentes son asiáticos y latinos que trabaja en Manhattan u otras zonas de la ciudad. En esta área se encuentra el estadio Shea -pertenecientes al otro equipo de béisbol neoyorquino, los Mets- y los aeropuertos John F. Kennedy y La Guardia.

Por último, la ciudad de Nueva York tiene el distrito de Staten Island, al cual solo se puede acceder por vía fluvial a bordo de un ferry, un viaje obligado para los visitantes, ya que desde él se puede disfrutar una vista espectacular de Manhattan y de la Estatua de la Libertad.

domingo, 10 de junio de 2012

BUENAS PRACTICA AGRICOLAS


Mantenimiento de productos agrícolas

 Las Buenas Prácticas Agrícolas son una serie de requisitos destinados a asegurar la 
calidad sanitaria de los alimentos frescos en una parte de la cadena alimentaria e 
involucran, además, factores como el cuidado del medio ambiente, el bienestar y la
salud de los trabajadores y la trazabilidad, entre otros

MIREYA
31/10/2009


BUENAS PRÁCTICAS PARA EL MANEJO DE PRODUCTOS AGRÍCOLAS

Las buenas prácticas de manejo constituyen un sistema preventivo que considera los principios y prácticas más apropiadas en la producción de productos frescos. Este concepto se desglosa en Buenas Prácticas Agrícolas y Buenas Prácticas de Manufactura. El Consejo Nacional de la Producción (C.N.P.) ha tomado como base estos principios para desarrollar el programa de capacitación e implementación de inspección y sistemas de control en plantas empacadoras de productos hortofrutícolas.
Las Buenas Prácticas promueven la conservación y promoción del medio ambiente con producciones rentables y de calidad aceptable, manteniendo además la seguridad alimentaria requerida para un producto de consumo humano. Esto se logra mediante un manejo adecuado en todas las fases de la producción, desde la selección del terreno, la siembra, el desarrollo del cultivo, la cosecha, el empaque, el transporte hasta la venta al consumidor final.
BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS

Las Buenas Prácticas Agrícolas combinan una serie de tecnologías y técnicas destinadas a obtener productos frescos saludables, de calidad superior, con altos rendimientos económicos, haciendo énfasis en el manejo integrado de plagas y enfermedades, conservando los recursos naturales y el medio ambiente, minimizando los riesgos para la salud humana. Entre los principios para el correcto desarrollo del programa se destacan:
Elección del terreno para la siembra. Para ello deben considerarse diferentes aspectos como ubicación con respecto a la empacadora, vías de comunicación, fuentes de agua, condiciones agroclimáticas, tipo y características de suelo, etc., de manera que el cultivo por sembrar cuente con sus requerimientos.
Historial del lugar: de ser posible deben conocerse los problemas anteriormente presentados en el sitio, tales como plagas y enfermedades presentadas con más frecuencia e intensidad, principales malezas presentes, peligros potenciales de inundación o sequía, cultivos anteriormente producidos y la posible rotación practicada.
Análisis del lugar: debe realizarse un análisis minucioso del lugar para determinar si éste cumple con las condiciones necesarias para el cultivo por establecer, de acuerdo con los puntos anteriores.
Variedades por sembrar: seleccionar las variedades apropiadas es importante para obtener resultados favorables (considerando por ejemplo la susceptibilidad a plagas y enfermedades, puesto que generalmente una variedad más productiva es más susceptible, y el combate resultaría más caro con mayor uso de productos químicos). También debe tomarse en cuenta la finalidad del cultivo (uso industrial o consumo fresco).
Control de plagas y enfermedades: para el control de plagas y enfermedades se recomienda realizar monitoreo de campo con el fin de determinar la necesidad de la aplicación de agroquímicos y buscar el momento más oportuno para realizar dicha aplicación. Toda aplicación así como cualquier labor realizada, deberá registrarse.
Prácticas culturales: Para lograr un buen control cultural de plagas y enfermedades es muy importante la destrucción de las fuentes de infestación, que pueden ser de dos tipos: los que permiten la supervivencia de la plaga de un ciclo de cultivo a otro y los que favorecen el desarrollo de la plaga durante cada ciclo. Para lograr esto algunas de las principales prácticas culturales que se recomiendan implementar son las siguientes.
Destrucción de residuos de cosecha (rastrojos): los rastrojos de la cosecha anterior albergan las poblaciones iníciales de insectos para el siguiente ciclo de cultivo; esta destrucción de residuos, incorporándolos al suelo, o quemando los desechos reduce en un alto porcentaje las plagas y enfermedades que se presentan en los cultivos siguientes o en los lugares cercanos.
Plantas trampa: existen algunas plantas que son más apetecidas que otras para ciertas plagas, estas plantas son sembradas cerca del cultivo principal haciendo que la plaga se establezca primeramente en esta plantación sin valor comercial y combatir la plaga o destruirla junto con las plantas trampa antes de que el cultivo de interés se vea afectado.
Campo limpio: consiste en mantener el terreno completamente limpio por un período prolongado, no menor de dos meses, esta práctica debe realizarse en grandes extensiones de terreno.
Preparación de terreno: con el uso del arado y la rastra algunas de las pupas o huevos de las plagas van a quedar en un sitio profundo, impidiendo que puedan emerger, o bien van a quedar cerca de la superficie, exponiéndolas al frío, la desecación o los depredadores.
Siembra: la elección de una fecha apropiada de siembra, puede favorecer el control de plagas, realizando la siembra en las épocas en que la plaga se encuentre ausente, o su nivel de infestación sea menor.
Variedades cultivadas: es recomendable usar variedades resistentes a plagas y enfermedades y que a la vez estas mantengan un rendimiento económico adecuado. En muchos casos la producción no es la más adecuada, pero comparándola con el costo de combate de plagas y enfermedades, el rendimiento económico podría ser superior.
Control de malezas: las malezas, además de competir por nutrientes, agua y luz, albergan tanto insectos como patógenos, que pueden en un momento convertirse en serios problemas para el cultivo, incluso en algunas malezas se lleva acabo parte del ciclo de vida del insecto o patógeno. Se recomienda mantener limpio de malezas el terreno y alrededores, antes de realizar la siembra y durante el desarrollo del cultivo.
Manejo del agua: el agua de riego puede ser un factor importante para la distribución y diseminación de una plaga o enfermedad, además puede crear condiciones ambientales favorables para el desarrollo de las mismas.
Fertilizantes: una planta con una fertilización adecuada presenta mayor vigor y por consiguiente, más tolerancia al ataque de plagas y enfermedades; sin embargo una planta mejor fertilizada presenta también un crecimiento más rápido y mayor cantidad de tejido tierno, más apetecido por los insectos. No existe suficiente investigación aún en este sentido.
La fertilidad natural del suelo se debería mantener eligiendo prácticas culturales adecuadas. Para elaborar un programa de fertilización balanceado se deben considerar aspectos importantes como el resultado del análisis de fertilidad de suelos, análisis foliares, tipo de suelo, vigor de la planta, variedad de la planta sembrada y producción esperada.
Rotación de cultivos: esta práctica consiste en alternar cultivos diferentes en un terreno con el propósito de alterar el proceso de desarrollo de las plagas y enfermedades que atacan a estos cultivos, los cuales deben poseer características diferentes, de manera que las plagas o enfermedades que ataquen a uno no sean de importancia para el otro.
Densidades de siembra: en los cultivos sembrados muy densamente, las condiciones de humedad relativa dentro del cultivo suele ser muy alta y la acción del sol en las partes inferiores de las plantas muy escasa. Estas son condiciones que favorecen a muchas enfermedades y plagas. Una densidad adecuada permite una mejor aireación.
Manejo de la Planta: en algunos casos el manejo de la planta es de suma importancia para la prevención de plagas y enfermedades; prácticas como poda y raleo permiten una mejor aireación e iluminación, que en la mayoría de los casos, reducen el ambiente favorable para los organismos perjudiciales a las plantas.
Enfermedades y plagas: En los procesos de control de plagas y enfermedades, se recomienda preferiblemente el uso de métodos naturales, prácticas culturales y control biológico. El uso de agroquímicos debe ser una práctica absolutamente justificada y necesaria y para su aplicación se deben considerar aspectos como que los agroquímicos utilizados sean adecuados para la plaga en cuestión, de baja toxicidad para los enemigos naturales y mamíferos, de baja persistencia y ser seguros para la salud humana y para el medio ambiente. Además deben estar aprobados por el Codex Alimentarius o la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), organismos reconocidos internacionalmente.

LOS PRINCIPIOS DEL CONTROL DE PLAGAS Y ENFERMEDADES DEBERÍAN INCLUIR LO SIGUIENTE:

Identificación exacta de la plaga o enfermedad y los organismos benéficos presentes, mediante un monitoreo frecuente y sistemático, el cual puede realizarse por medio de trampas e inspección visual de la planta y los alrededores, considerando los cultivos adyacentes y hospederos alternos. La persona encargada de los monitoreos y las inspecciones debe estar capacitada en la identificación de las plagas, enfermedades y los organismos benéficos, debe tomar la decisión de realizar la aplicación o suministrar toda la información al encargado de la plantación para que sea éste el que tome la medida correspondiente.
Definir el umbral económico para las plagas y enfermedades. Con base en el muestreo determinar si la aplicación es económicamente justificada.
Considerar las condiciones climáticas del momento como apoyo en las predicciones de incidencia de plagas; en época lluviosa y húmeda, el desarrollo de hongos es más activo.
Introducción de agentes de control biológico, posterior a una evaluación del agente en cuestión Si el uso de agroquímicos es inevitable se deben seguir las siguientes reglas básicas:
􀂉 Momento adecuado, basado en umbrales, predicciones, estado de la plaga y su incidencia.
􀂉 Tratamiento adecuado y correcto, de acuerdo con lo especificado en la etiqueta, usando químicos específicos para el problema presentado y aprobados por el país de destino, evitando en lo posible los de amplio espectro y cumpliendo con el período recomendado desde la última aplicación a la cosecha. Con la técnica adecuada, usando la maquinaria correcta, calibrada como debe ser y en buenas condiciones.
􀂉 Para asegurar que las aplicaciones y la eliminación de restos de los agroquímicos se hagan en forma correcta, el personal encargado de las mismas debe estar debidamente capacitado para la labor.
􀂉 Se debe llevar y mantener un registro de todas las aplicaciones que se realicen, incluyendo lo siguiente:
Nombre comercial del producto.
􀂉 Ingrediente activo.
􀂉 Dosis y volumen de aplicación.
􀂉 Fecha de aplicación.
􀂉 Insecto, maleza o enfermedad que se está controlando.
􀂉 Firma de la persona que recomendó y de quien supervisó la aplicación.
Manejo pos cosecha
Un buen manejo pos cosecha incluye:
a. Cosechar en el momento óptimo para maximizar el tiempo de almacenaje y la calidad de consumo.
b. Minimizar el uso de químicos de pos cosecha (ceras, fungicidas, preservantes, etc.); en caso necesario, cualquier químico utilizado debe estar dentro de los requerimientos legales.
c. Buscar técnicas alternas que ayuden a reducir la necesidad de uso de químicos, como por ejemplo atmósfera controlada, temperaturas, etc.
Desechos y contaminación
Todas las operaciones deben realizarse procurando una producción mínima de desechos, sean éstos orgánicos o inorgánicos, para eliminar el riesgo de contaminación. Cuando sea posible se deben reutilizar todos los desechos orgánicos (incorporar los residuos de poda, raleo o de rechazo, siempre y cuando esto no arriesgue el desarrollo de plagas y enfermedades; la reutilización de materiales inorgánicos: material de empaque, empaques de insumos, polietilenos, etc.
Los materiales que no puedan reutilizarse o reciclarse fácilmente en el lugar, deberán ser entregados a especialistas que se dediquen a la actividad y tengan las instalaciones apropiadas para tal efecto. Algunos desechos pueden neutralizarse antes de ser eliminados, tal es el caso del agua, la que debe ser tratada antes de ser vertida en las corrientes.

ATRIBUTOS DE CALIDAD, GRADOS Y ESTÁNDARES

1. Los atributos de calidad se clasifican normalmente como externos, internos u ocultos. Los atributos externos de calidad son aquellos observados al enfrentarse por primera vez al producto. Estos atributos normalmente están relacionados con el aspecto y la sensación. Las características internas de calidad normalmente no son percibidas hasta que se corta o muerde el producto. Los atributos internos incluyen el aroma, el sabor y la sensación (por ejemplo, la sensación en la boca y la consistencia). Los atributos ocultos incluyen la salubridad, el valor nutricional y la seguridad del producto.
2. Las normas alimenticias proporcionan criterios precisos para garantizar que los productos son adecuados para los propósitos establecidos. Las normas se utilizan para proporcionar a los consumidores información acerca del producto, para mantener la uniformidad en la calidad del producto, para establecer el valor del mercado y para evitar el fraude económico. Existen distintos organismos dedicados al establecimiento de normas alimentarias. Para los productos vendidos a escala internacional, entre esos organismos se incluye la Comisión del Codex Alimentarius (CAC), la Organización Internacional de Normalización, ISO (ASQ, 2000), países individuales y varios mercados, como la Unión Europea. Para los mercados hispanoamericano y caribeño, las normas han sido establecidas por organizaciones como Mercosur, Caricom, y el Pacto Andino.
3. La clasificación es normalmente un programa voluntario utilizado por la industria. Las normas de clasificación describen los requisitos de calidad para cada clase o grado de producto, proporcionando a la industria un lenguaje común para las operaciones de compra y venta. En los EE.UU., el Servicio de Comercialización Agrícola de USDA (USDA-AMS) suministra servicios de clasificación para frutas y hortalizas frescas, y nueces. Los usuarios abonan una tarifa para cubrir el costo del servicio. La clasificación es voluntaria, excepto para productos cuya calidad está regulada por una orden de comercialización o un acuerdo de comercialización, o que están sujetas a requisitos de importación o exportación.
La inspección es habitualmente un proceso obligatorio realizado por el gobierno u otras agencias para garantizar la salubridad, seguridad y cumplimiento de las normativas de un producto.

ATRIBUTOS DE CALIDAD Y DETERIORO

Frutas, hortalizas y bulbos de raíces son productos altamente perecibles y si no se pone cuidado durante cosecha, manipulación y transporte, aparecerán pudriciones rápidamente y dejarán de ser adecuados para el consumo humano.
Es difícil calcular las pérdidas de producción en los países en vías de desarrollo, pero algunas autoridades sitúan las pérdidas de batatas, plátanos, tomates, bananas y cítricos en un 50%, es decir, la mitad de lo producido (FAO, 1989).
Esta cifra es incluso superior en los países subdesarrollados. La reducción de estas pérdidas, especialmente si pueden evitarse económicamente, sería de enorme importancia tanto para los productores como para los consumidores.
Todas las frutas, hortalizas y bulbos de raíces son partes vivas de plantas que contienen entre un 65% a 95% de agua y continúan sus procesos vitales después de cosecha (FAO, 1989). La vida de post-cosecha de los productos frescos depende de la tasa a la cual sus reservas alimenticias son consumidas y de la tasa de pérdida de agua.
Los cambios que se producen no solo conducen a una reducción de calidad, sino que también pueden hacer que el producto sea más susceptible a la contaminación con microorganismos. Aunque los microorganismos implicados en el deterioro de los productos frescos pueden ser de importancia para la salud pública, sus efectos sobre la salud del ser humano suelen ser limitados, ya que el deterioro fisiológico del producto a menudo lo convierte en inadecuado para el consumo. No obstante, el potencial de crecimiento de microorganismos nocivos junto con la pérdida de calidad del producto, hacen fundamental no solo conocer los factores implicados en el deterioro del producto, sino también los pasos necesarios para mantener la mejor calidad posible durante toda la vida del producto.
La naturaleza del producto en sí, junto con los tratamientos de manipulación y almacenamiento que recibe, dictaminan la vida del producto. La tabla siguiente identifica algunas de las principales causas de pérdidas post-cosecha y mala calidad para los distintos grupos de frutas y hortalizas.
El deterioro o los cambios no deseados en la calidad, pueden ser resultado de cambios biológicos, microbiológicos, bioquímicos / fisiológicos o físicos en el producto. Los factores identificados como causas del deterioro suelen fomentar las condiciones que conducen a las pérdidas de calidad.
Estos factores normalmente son consecuencia de una formación inadecuada de los manipuladores del producto, estructuras de almacenamiento inadecuadas o inexistentes, tecnologías inadecuadas o incorrectas para la manipulación y el almacenamiento del producto, control de calidad ineficaz y condiciones ambientales adversas / extremas (Satin, 2000). Además, el tiempo es un importante factor en el deterioro de los productos (Potter y Hotchkiss, 1995).

CAUSAS BIOLÓGICAS DEL DETERIORO

Plagas como insectos, roedores y pájaros se identifican con frecuencia como causas del deterioro biológico de los productos.
Plagas como insectos, roedores y pájaros se identifican con frecuencia como causas del deterioro biológico de productos. La presencia de plagas y/o sus excrementos son motivo de alarma. Pueden dar como resultado productos desagradables a la vista y pueden provocar un importante riesgo para la seguridad alimenticia. Las plagas pueden transmitir a los productos organismos causantes de enfermedades.
También pueden provocar daños en superficies de frutas y hortalizas, haciéndolas más susceptibles a la invasión por microorganismos que pueden fomentar pudriciones del producto y/o producir enfermedades en los consumidores. El arma más eficaz para luchar contra estas plagas consiste en una sanidad adecuada de todas las  áreas de manipulación y almacenamiento de los productos.
Microorganismos como bacterias, hongos y virus son importantes causas del deterioro de alimentos. Estos microorganismos pueden provocar el ablandamiento de productos, así como la aparición de colores y aromas extraños. Algunos microorganismos, denominados patógenos, provocarán enfermedades en aquellos que consuman el producto si se encuentran presentes en el alimento en cantidad suficiente. En general, frutas y hortalizas oponen una considerable resistencia a la actividad microbiana. No obstante, el ablandamiento que suele acompañar al envejecimiento de los productos y daños mecánicos incrementa la susceptibilidad de los productos a los microorganismos.
La respiración es el proceso mediante el cual las plantas toman oxígeno y expulsan dióxido de carbono (FAO, 1989). El oxígeno del aire está implicado el proceso de descomposición de los carbohidratos de la planta en dióxido de carbono y agua. Esta reacción produce energía en forma de calor. La respiración es una reacción básica de todas las plantas, tanto en el campo como postosecha.
La respiración del producto es importante para la manipulación de productos frescos, ya que la energía liberada en forma de calor afecta a los requisitos de refrigeración, ventilación de los productos.
La tasa de deterioro de frutas y hortalizas suele ser proporcional a su tasa respiratoria. Bajar temperaturas, minimizar golpes y daños y aumentar el nivel de CO2 en la atmósfera gaseosa constituyen diversos pasos para controlar la respiración.
El etileno (C2H4) regula muchos aspectos del crecimiento y el desarrollo de la planta, incluyendo envejecimiento y maduración. Esta hormona, producida por los tejidos de la planta, es fisiológicamente activa en cantidades de traza (<0,1 ppm), y su índice de actividad aumenta con la maduración, los daños, las enfermedades, las altas temperaturas (>30 o C), y estrés de agua. La producción de etileno es disminuida / inhibida al almacenar el producto a bajas temperaturas, reduciendo el O2 en el medio ambiente que rodea al producto a menos de 8% y aumentando el CO2 a más de 2%. Se han desarrollado distintas tecnologías, como los absorbedores de etileno, para ayudar a reducir el etileno que rodea a los productos.
Basados en las tasas de producción de etileno y de respiración, el comportamiento de maduración de frutas y hortalizas se denomina como climatérico o no climatérico (FAO, 1989):
La maduración no climatérica
Se refiere a productos que solo maduran mientras continúan unidos a la planta que los produce. La calidad comestible de dichos productos se ve afectada si se cosechan antes de que estén fisiológicamente maduros, ya que su contenido de ácidos y azúcares no aumentan posterior a la cosecha. Las tasas de respiración disminuyen gradualmente durante el crecimiento y posterior a la cosecha. La madurez fisiológica y la maduración son procesos graduales. Ejemplos de frutas no climatéricas son: cerezas, uvas, limones y piñas.
Los productos climatéricos pueden ser cosechados cuando están fisiológicamente maduros pero antes de que haya comenzado el proceso de maduración. Puede hacerse madurar a estas frutas de forma natural o artificial después de cosecha. El inicio de la maduración está acompañado por un rápido aumento de las tasas de respiración y de producción de etileno, llamado el climaterio respiratorio. Después del climaterio, la respiración disminuye a medida que la fruta madura y desarrolla una buena calidad comestible. Ejemplos de frutas climatéricas son: manzanas, bananas, papayas, y tomates.
Además de la tasa de respiración y la producción de etileno, otros factores relacionados con el crecimiento, el desarrollo, la maduración fisiológica, y la maduración / senescencia contribuyen al deterioro del producto. La aparición de brotes, raíces, bulbos y tubérculos, y la elongación y la curvatura pueden provocar problemas en la calidad durante el desarrollo de la planta. Un mayor contenido de lignina (fibrosidad) y reacciones de oxidación durante el proceso de maduración pueden conducir a una menor calidad del producto.
Las plantas pierden agua constantemente a través de un proceso denominado transpiración. En la planta viva, esta agua es reemplazada por el agua tomada por medio de las raíces. Cuando se cosecha el producto, este pierde su fuente de reemplazo del agua. La transpiración después de cosecha puede conducir a contracción, marchitamiento, deshidratación, ablandamiento y a la pérdida de consistencia, jugosidad y calidad nutricional del producto. Un recubrimiento (ceras) o embalaje adecuado y el control del medio ambiente alrededor del producto manteniendo una humedad relativa alta y el control de la velocidad de circulación (velocidad del aire) pueden controlar la transpiración.
Los desórdenes fisiológicos pueden ser resultado de condiciones medioambientales previas a la cosecha o de un almacenamiento y manipulación inadecuados después de la cosecha. Los daños por congelación (cuando se mantiene el producto por debajo del punto de congelación), los daños por frío (que se producen en muchos productos tropicales y subtropicales mantenidos a temperaturas de entre 5 y 15 o C), los daños por calor (exposición a temperaturas muy altas), y los daños por CO2 (altas concentraciones de CO2 en la atmósfera circundante) pueden provocar desórdenes fisiológicos que pueden contribuir a producir el deterioro. Algunos de los síntomas resultantes son la decoloración superficial e interna (oscurecimiento por fenoloxidasas), manchas/endurecimiento, áreas acuosas, incapacidad para madurar / maduración desigual, sabores extraños, aceleración de pudriciones, blanqueamiento, quemadura superficial, y deshidratación. Estos y otros desórdenes debidos a daños fisiológicos pueden evitarse a través de una adecuada manipulación de los productos durante la cosecha y post-cosecha.
Factores Químicos del Deterioro
Las enzimas son proteínas que existen en forma natural en los tejidos de las plantas y catalizan distintas reacciones bioquímicas importantes. Algunas reacciones catalizadas por enzimas son beneficiosas mientras que otras provocan un deterioro de la calidad. Las reacciones canalizadas por enzimas pueden provocar un ablandamiento del tejido debido a la descomposición del material estructural; el desarrollo de sabores extraños a través de la descomposición de los componentes lípidos; y la pérdida de color y un oscurecimiento no deseado. Las enzimas también pueden catalizar la fermentación de los azúcares, la descomposición del ácido ascórbico y muchas otras reacciones de deterioro. Machucones, maduración, cortes, temperatura y presencia de factores coadyuvantes (p. ej., Fe y Mg) incrementan la tasa de actividad de degradación de la enzima.
La oxidación degradante se inicia por la presencia del oxígeno. La oxidación puede provocar la descomposición del ácido ascórbico, la pérdida de algunos pigmentos (color) y la formación de sabores extraños. El oscurecimiento no enzimático y la oxidación inducida por la luz no son factores de deterioro muy comunes en los productos hortofrutícolas.
Causas Físicas de Deterioro
El alto contenido de humedad y la textura suave de frutas y hortalizas las hace sensibles a daños mecánicos que pueden originarse en cualquier etapa desde la producción a la comercialización al por menor (FAO, 1989). Este daño puede producirse debido a:
malas prácticas de cosecha
cajas y recipientes de campo o comercialización inadecuados, que pueden tener astillas de madera, bordes cortantes, clavos o grapas mal instalados
embalaje excesivo o insuficiente de los envases de campo o de comercialización
manipulación descuidada, como tirar o dejar caer o caminar sobre los productos y los recipientes embalados durante el proceso de clasificación, transporte o comercialización.
Los daños físicos no sólo son desagradables a la vista sino que también aceleran la pérdida de agua, proporcionan sitios para la infección por hongos y microbios, y estimulan la producción de dióxido de carbono y etileno por parte del producto, lo que conduce a un deterioro más rápido. El almohadillado, las buenas prácticas de manipulación y un embalaje adecuado son algunas formas de minimizar los daños físicos.
El tiempo es un factor que desempeña un papel muy importante en el deterioro de los productos. Todos los productos pierden eventualmente su calidad mínima aceptable (CMA); de este modo, la edad se convierte en un factor muy importante en el deterioro del producto y es esencial un rápido transporte hasta el consumidor.

RIESGOS DE SEGURIDAD EN PRODUCTOS FRESCOS

Un riesgo es algo que podría provocar un perjuicio al consumidor. Existen tres tipos principales de riesgos asociados con los productos agrícolas frescos:
· Riesgos biológicos
· Riesgos químicos
· Riesgos físicos


Riesgos Biológicos

Los microorganismos transmitidos por los alimentos como las bacterias, los virus y los parásitos son frecuentemente conocidos como riesgos biológicos (FAO, 1998). Algunos hongos son capaces de producir toxinas y también se incluyen en este grupo de riesgos.
Los microorganismos son organismos pequeños que sólo pueden ser observados a través del microscopio. Muchos de estos organismos constan de una única célula. Pueden encontrarse en cualquier parte del medio ambiente.
Algunos tienen la capacidad de captar los nutrientes y metabolizarlos para formar un gran número de productos finales. Con frecuencia, los microorganismos tienen capacidad para reaccionar a los cambios del medio ambiente y se algunos se adaptan a nuevos ambientes.
Muchos microorganismos son beneficiosos para el ser humano. Algunos están involucrados en la producción de alimentos fermentados como el pan, el queso, el vino, la cerveza. Otros microorganismos son utilizados por la industria en la elaboración de productos, como algunas enzimas, antibióticos y glicerol.
Otras funciones microbianas como la degradación de la materia orgánica y el enriquecimiento del suelo también pueden beneficiar al hombre. No obstante, algunos microorganismos pueden provocar enfermedades transmitidas por los alimentos.
Los microorganismos capaces de provocar enfermedades humanas pueden encontrarse en los productos crudos. En ocasiones forman parte de la micro flora de la fruta o la hortaliza como contaminantes fortuitos provenientes del suelo, el polvo y el entorno. En otros casos se introducen en los alimentos a través de prácticas de manipulación y producción incorrectas, como la aplicación de abono sin tratar, el empleo de agua de riego contaminada o prácticas de manipulación no sanitarias.
A fin de facilitar el estudio de los microorganismos, se dividen en cinco categorías Principales:
• · Bacterias
• · Levaduras
• · Hongos
• · Parásitos
• · Virus

Riesgos Bacterianos

Debido a que los patógenos bacterianos forman parte del medio ambiente, pueden contaminar fácilmente las frutas y hortalizas si no se manipulan adecuadamente antes del consumo.
Las bacterias patogénicas asociadas a las frutas y hortalizas incluyen:

Salmonella
• Shigella
• Escherichia coli (patogénica)
• Especies de Campylobacter
• Yersinia enterocolitica
• Listeria monocytogenes
Staphylococcus aureus stridium
• Especies de Clo
• Bacillus cereus • Especies de Vibrio

Un amplio número de patógenos bacterianos se ha visto implicado en brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos asociados al consumo de frutas y hortalizas frescas (Beuchat, 1998).
Bacterias como el Clostridium botulinum, Bacillus cereus y Listeria monocytogenes pueden encontrarse en el suelo y contaminan fácilmente los productos. Otras bacterias como la Salmonella, Shigella, Escherichia coli patogénica y Campylobacter residen en el tracto intestinal de los animales y / o las personas. Pueden contaminar las frutas y hortalizas a través de la infiltración de aguas residuales en los campos, el riego con agua contaminada, la presencia de animales en el campo o un abonado incorrecto. La contaminación también puede producirse en la manipulación durante la cosecha y el embalaje y en otros pasos e la cadena de distribución y comercialización.
El número de bacterias necesario para provocar enfermedades humanas varía con el tipo de organismo y la edad y el estado del huésped. En algunos casos es necesario que haya más de un millón de bacterias patogénicas por gramo o cm2 de superficie del alimento para que se produzca una enfermedad. Sin embargo, algunos patógenos pueden provocar enfermedades en cantidades mucho menores. Por ejemplo, las especies de Shigella son agentes altamente infecciosos, con una dosis infectiva de tan sólo 10 células.
Debido a que algunas bacterias presentan dosis infectivas tan bajas, la prevención de la contaminación bacteriana constituye el factor de control más importante para reforzar la seguridad del producto. También es fundamental realizar los pasos necesarios para garantizar que los patógenos presentes no puedan reproducirse hasta niveles peligrosos.

Para poder reproducirse, las bacterias necesitan los nutrientes adecuados y condiciones medioambientales apropiadas, como la humedad, el oxígeno y la temperatura (FDA, 1998).
A fin de evitar la reproducción de los patógenos en los productos, debe controlarse:
• La disponibilidad de nutrientes
• La humedad
La acidez
• La temperatura
• El oxígeno
Cada tipo de bacteria tiene unos requisitos específicos para lograr el desarrollo óptimo, pero también pueden multiplicarse y provocar enfermedades fuera de esas condiciones óptimas. Por ejemplo, para lograr su proliferación más rápida, la E. coli requiere una temperatura de 37°C (98.6 °F). No obstante, puede multiplicase dentro de una escala de entre 10 o y 46°C (de 50 o a 114.8 °F). El Bacillus cereus tiene una temperatura óptima de proliferación de 30°C, pero puede proliferar en una escala de temperatura de entre 10 o y 49°C (de 50 o a 120.2 °F) (Frazier y Westhoff, 1991).
Las bacterias se reproducen a través de un mecanismo denominado fisión binaria. Durante este proceso, cada célula se divide en dos. Estas dos células se dividen entonces nuevamente en dos y así sucesivamente. Cuando las condiciones son las adecuadas, una población bacteriana puede crecer rápidamente en muy poco tiempo.
En 7 horas una célula bacteriana puede generar más de un millón de células bacterianas.
El tiempo necesario para que se divida una célula (o para que se duplique una población), se conoce como tiempo de generación. Los tiempos de generación varían para distintos tipos de bacterias. Los tiempos de generación bacteriana dependen en gran medida de la disponibilidad de nutrientes y las condiciones medioambientales, como la humedad, la disponibilidad de oxígeno, la acidez y la temperatura. Tomemos como ejemplo la E. coli, que tiene un tiempo de generación que oscila entre 15 y 20 minutos. En condiciones óptimas, en 10 horas una única célula podría producir más de un millón de células.
Cuando las condiciones para la reproducción son favorables, las células bacterianas comienzan su proceso de multiplicación. Este proceso normalmente tiene lugar en una serie de pasos o fases. El conocimiento del proceso de crecimiento de la población permite descubrir las posibilidades de prevención y control de la proliferación bacteriana. A fin de evitar que la población de bacterias alcance niveles que puedan suponer una amenaza para la salud humana, es necesario mantener bajas las cifras iníciales y asegurarse de que los microorganismos que llegan al producto no logran traspasar la fase de retardo.
Algunas de las estrategias de control están destinadas a mantener bajas las cifras iníciales de microorganismos. Estas estrategias incluyen Buenas Prácticas Agrícolas como controlar los riesgos microbianos provenientes del agua, el uso adecuado de abonos y sólidos biológicos, una adecuada higiene de los trabajadores y contar con instalaciones sanitarias para los trabajadores, y una sanidad adecuada durante la manipulación y el transporte del producto. Otras recomendaciones, como el control de la temperatura, y modernas tecnologías para disminuir el crecimiento bacteriano.
Un paso de procesamiento que puede reducir las cifras iníciales de bacterias es el lavado, siempre que el agua sea de buena calidad y se impida la acumulación de suciedad y contaminantes. La superficie de un tomate bien lavado puede tener menos de 1000 microorganismos por centímetro cuadrado, mientras que otro no lavado puede tener varios miles. Antes del lavado, el número de microorganismos en el tejido externo de una col o repollo podría ascender a uno o dos millones por gramo. El lavado reduce este número a entre 200,000 y 500,000 (Frazier y Westhoff, 1991).
Pueden encontrarse patógenos entre la microflora de frutas y hortalizas, ya que es muy fácil que las superficies externas de estos productos entren en contacto con el suelo, el agua, los líquidos residuales, el aire, las personas o los animales. Cuando las condiciones son favorables para la reproducción de la flora natural, estos patógenos también se reproducen.
Riesgos Parasitarios
Los parásitos son organismos que viven en otro organismo vivo llamado huésped. Únicamente son capaces de proliferar en un huésped, pero pueden transmitirse de un huésped a otro a través de un vehículo que no sea huésped.
La superficie de frutas y hortalizas puede contaminarse con microorganismos patogénicos debido al contacto con:
suelo
agua
abono
líquidos residuales
aire
personas
animales
Entre los parásitos más comúnmente asociados a las infecciones humanas se incluyen:
Cryptosporidoradium
Cyclosp
Giardia
Entamoeba
Toxoplasma is
Sarcocyst
Isospora
Helmintos: Nematodos (como Ascaris lumbricoides, Thricuris trichiura)

Debido a que los productos agrícolas a menudo se consumen crudos, pueden actuar como vehículo para transmitir un parásito de un organismo huésped a otro (Beuchat, 1998 y Murray et al., 1995). El agua contaminada con materia fecal, los manipuladores de alimentos infectados, y la presencia de animales en el campo pueden convertirse en vehículos para la contaminación de los productos agrícolas con parásitos que pueden posteriormente transmitirse a los humanos que consumen los productos crudos.
Riesgos Virales
Los virus tienen un tamaño muy pequeño y son incapaces de reproducirse fuera de una célula viva. Por tanto no proliferan sobre o dentro de los alimentos. No obstante, las frutas y hortalizas frescas pueden contaminarse a través de la exposición a agua contaminada o durante la manipulación por parte de personas infectadas.

Los virus infectan a personas susceptibles que consumen los productos crudos. Debido a que la dosis infectiva de la mayoría de los virus es extremadamente pequeña, en ocasiones de tan sólo 10 partículas de virus, la prevención de la contaminación de los productos es crucial para controlar la enfermedad viral.
Entre los virus transmitidos por los alimentos se incluyen:
Hepatitis A
Virus de Norwalk y virus similares al de Norwalk
Rotavirus, astrovirus, enterovirus (poliovirus, echovirus y virus coxsackie),
• Parvovirus, adenovirus y coronavirus.- Platelmintos (como Fasciola hepatica y especies de cisticerco)
Fuentes de Riesgos Biológicos
El diagnóstico de estas enfermedades requiere la ejecución de pruebas clínicas; sin embargo, reconocer los síntomas relacionados con distintas formas de contaminación puede ayudar a prevenir la contaminación proporcionando un medio para identificar a manipuladores potencialmente infectados, de forma que el Virus de Norwalk.
Pueda evitarse el contacto de estas personas con los productos frescos.
Muchas de las enfermedades provocadas por bacterias, parásitos y virus patogénicos que han sido vinculadas a las frutas y hortalizas pueden transmitirse cuando las heces humanas contaminan los productos. Es importante que las personas que manipulan los productos en cada etapa, desde el campo a la mesa, tengan un profundo conocimiento de las prácticas de higiene adecuadas para prevenir la contaminación. La formación de los trabajadores en cada nivel de la cadena de producción y la información a los consumidores han sido identificadas como elementos clave para reducir las enfermedades transmitidas por los alimentos asociadas a las frutas y hortalizas frescas (Beuchat, 1998).
  
Riesgos Químicos

Los contaminantes químicos en frutas y hortalizas frescas pueden existir de forma natural o pueden añadirse durante la producción agrícola, la manipulación post-cosecha o las operaciones de otras unidades (FAO, 1998). La presencia de sustancias químicas nocivas a altos niveles ha sido asociada con respuestas tóxicas agudas y con enfermedades crónicas.
Los datos recopilados por el Programa de Evaluación y Control de la Contaminación Alimenticia del WHO (GEMS / Food) indican que, en muchos países, los niveles de contaminación química tienden a declinar. Esto se debe, en parte, a las mayores restricciones en el uso de productos químicos tóxicos y pesticidas que persisten en el medio ambiente y a un mejor control de la polución medioambiental.
Algunos Riesgos Químicos que Existen de Forma Natural
Alergenos (p. ej. malas hierbas)
Micotoxinas (p.ej. aflatoxina)
Fitohemaglutinina
Alcaloides
Riesgos Químicos Agregados
Bifenilos policlorados (PCBs) Contaminantes
Sustancias químicas agrícolas
Pesticidas
Fertilizantes
Antibióticos
Contaminantes
• Limpiadores es
• Desinfectant
• Lubricantes ientos
• Revestim
• Pinturas
• Refrigerantes
• Productos químicos para el tratamiento de agua o vapor.
Productos químicos para el control de plagas.
Elementos y compuestos tóxicos
Cadmio
Mercurio
Cianuro
• Plomo
Zinc

De los materiales de embalaje
• Plastificantes
• Cloruro de vinilo
• Pintura / tinta de codificación
• Adhesivos
• Plomo
• Estaño
Riesgos Físicos
Los riesgos físicos pueden introducirse en los productos de frutas y hortalizas frescas en numerosos puntos de la cadena de producción
La presencia de materiales extraños en los productos agrícolas puede provocar enfermedades y lesiones graves. Estos riesgos físicos pueden ser resultado de malas prácticas durante las operaciones de cosecha, lavado, clasificación y embalaje (FAO, 1998). La suciedad y las materias extrañas en las frutas y hortalizas se incluyen en muchos casos entre las principales barreras para el comercio internacional.




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