1. Usa tu otra mano
Pasa el día haciendo cosas con tu mano no dominante. Si eres zurdo abre las
puertas con la mano derecha. Si eres diestro intenta usar las llaves con la
mano izquierda. Esta sencilla tarea hará que tu cerebro establezca algunas
conexiones nuevas y tenga que repensar la forma de realizar las tareas diarias.
Ponte el reloj en la mano contraria para que recuerdes el reto del cambio de
mano en las tareas.
2. Juegos mentales
Los juegos son una forma maravillosa de excitar y retar al cerebro. Los
sudokus, crucigramas y juegos electrónicos tipo “brain training” son formas
estupendas de mejorar la agilidad cerebral y la capacidad de memorizar. Estos
juegos se basan en la lógica y en las capacidades verbales, matemáticas, etc.
Además son divertidos. Se obtiene más beneficio practicando estos juegos un
poquito cada día (15 minutos, más o menos) que haciéndolo durante horas.
3. Alimentar al cerebro
Tu cerebro necesita que comas grasas saludables. Céntrate en las grasas de
pescado como las del salmón salvaje, frutos secos como las nueces, y aceites
como el de linaza u oliva. Ingiere más esta clase de alimentos y reduce las
grasas saturadas. Elimina por completo los ácidos transgrasos de tu dieta.
4. Ir por sitios diferentes
En coche, o a pie, busca nuevas rutas para llegar a donde quiera que vayas.
Este pequeño cambio en la rutina ayuda al cerebro a practicar con la memoria
espacial y las direcciones. Intenta cambiar de acera y altera el orden en que
visitas tus tiendas preferidas para así cambiar la rutina.
5.
Adquiere una nueva habilidad
Aprender una nueva habilidad pone a trabajar a múltiples áreas cerebrales. Tu
memoria entrará en juego, aprenderás nuevos movimientos y asociarás las cosas
de un modo diferente. Lee a Shakespeare, aprende a cocinar o a construir un
avión con palillos, todo sirve para retar al cerebro y darte cosas nuevas en
las que pensar.
6. Romper rutinas
Nos encantan las rutinas. Tenemos hobbies y pasatiempos que podemos hacer
durante horas. Pero cuanto más nos habituamos a una tarea más se convierte en
una naturaleza arraigada y menos trabaja nuestro cerebro al hacerla. Para ayudar
de verdad a que tu cerebro se mantenga joven, rétalo. Cambia la ruta hacia el
supermercado, usa tu mano contraria para abrir las puertas y cómete primero el
postre. Todo esto forzará a tu cerebro a despertarse de sus hábitos y a prestar
atención de nuevo.
7.
Apréndete los números de teléfono
Nuestros modernos móviles memorizan todos los números que nos llaman. Nadie ha
vuelto a esforzarse en recordar los números de teléfono, pero es una estupenda
actividad para ejercitar la memoria. Apréndete un nuevo número de teléfono cada
día.
*8. Elegir un nuevo pasatiempo *
Encuentra algo que te cautive, que puedas hacer fácilmente en casa y que no
cueste demasiado dinero. Haz fotografías con una cámara digital, aprende a
dibujar o a tocar un instrumento, practica nuevos estilos de cocina o escribe.
Todas estas son buenas elecciones.
9.
Leer libros distintos
Toma un libro que verse sobre un asunto que te sea completamente novedoso. Lee
una novela que transcurra en el antiguo Egipto. Aprende algo de economía.
Existen multitud de libros populares excelentes que tocan temas de no-ficción y
que además de entretener cumplen el cometido de enseñar un montón de cosas
sobre un tema concreto. Conviértete cada semana en un experto en algo nuevo.
Diversifica
un poco tus lecturas, abandona los temas que te son familiares. Si normalmente
lees libros de historia, pásate a una novela contemporánea. Lee a autores
extranjeros, a los clásicos y elige otros al azar. Tu cerebro no solo se verá
beneficiado por tener que trabajar imaginando otros períodos históricos, otras
culturas y otras gentes, sino que además obtendrás historias interesantes que
contarle a los demás, lo cual te hará pensar y establecer conexiones entre la
vida moderna y las palabras.
10.
Hacer listas
Las listas son maravillosas. Hacer listas nos ayuda a asociar unos datos con
otros. Haz una lista de los lugares a los que has viajado. Haz una lista de
todas las comidas sabrosas que has probado. Haz una lista con los mejores
regalos que has recibido. Haz una lista mental diaria para ejercitar a la
memoria y para conseguir nuevas conexiones cerebrales.
Pero
no dependas demasiado de ellas, haz una lista con todo lo que necesitas comprar
pero luego trata de no usarla en el supermercado. Usa la lista una vez que
hayas metido todos los productos en la cesta simplemente para comprobar tu
memoria. Haz lo mismo con tu agenda de quehaceres diarios.
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